8 de mayo
En 1630, el dueño de una estancia quiso erigir una capilla dedicada a la Virgen María, entonces, le pidió a un amigo de Brasil que enviara una imagen pequeña de la Virgen, y su amigo le envió dos.
Las imágenes partieron a Buenos Aires en carreta. Al día siguiente, luego de una noche en la que el conductor paró a descansar, los bueyes no se movían! Es así como, viendo que las imágenes se querían quedar en ese lugar, decidieron que una de ellas permaneciera en la cañada, donde hoy es el pueblo de Luján.
Virgencita, te saludamos en tu día y te pedimos que nos protejas ❤